Se quedó sentada mirándolo así de pié el.
Era mucho mas guapo que por la cámara, alto y a pesar de ser un hombre de edad madura, su cuerpo podría ser envidia de algunos jóvenes. No se le notaba grasa por ninguna parte, su media barba un poco blanca bien cuidada, los ojos cafés penetrantes, con poder. El cabello recortado también un poco canoso lo cual hacía que cualquier mujer volteara su cara para mirarle.
Ni siquiera había abierto sus labios para decirle a que iba, perdía la noción de las palabras ante su presencia.
La tomó por los brazos haciendo se parara frente a frente, la miró de arriba a abajo. su cabello medio rizado daba un poco mas abajo de los hombros, los ojos claros, su boca gruesa, su cuerpo bonito, delgada. subió las manos a los hombros de ella y recorrió sus brazos con suavidad hasta sus manos, las cuales tomó entre las suyas y la atrajo para besarle suavemente en los labios, pero solo fue un roce, luego la besó en la frente con mucho cariño.
- ¿Por qué tiemblas pequeña?
- No sé tal vez su presencia me causa un poco de miedo.
La abrazó fuertemente.
-Yo ya te he contado del BDSM mucho, e igual según me dijiste has dialogado con mas personas de este medio de vida. No debes tener miedo pues no te haré daño, a veces si castigo un poco fuerte,pero sin hacer daño ni lastimar tus sentimientos.
Te dije venía de follar a la guía y es así, mas siempre me protejo. Igual lo haré contigo por que hoy te follaré, si no estás de acuerdo puedes irte por donde viniste y todo olvidado no volveremos a contactarnos. He hecho un viaje larguísimo tan solo por ti mas no te lo echo en cara ya que fue mi idea no me lo has pedido tu. Así que tu decides.
La sentó de nuevo en la cama y acercando un asiento lo hizo frente a ella. Quitando su camisa, quedó con el pecho desnudo, un torso perfecto. La miraba fijamente y ella no aguantaba su mirar por ello bajaba su rostro. Fue un espacio largo de silencio. Se sintió un poco herida en su orgullo de mujer al saber que la citó e hizo esperar por estar follando con otra mujer.
-Mi Señor se mucho sobre el BDSM por usted mas que por nadie, su sola presencia por skype imponía sobre mi y ahora que lo tengo frente a frente me siento poca cosa a su lado. Soy una mujer independiente hace muchos años, tengo mi buen empleo, mi forma buena de vida. Me atrajo esto por un chat, usted ha venido desde muy lejos a verme. Cuando me ha dicho que venia de follar me dio rabia, pero no somos nada para pretender decir algo, estoy aquí y deseo me hable mas sobre esa forma de vida, no vine a follar, lo siento. -No sabía de donde había sacado fuerzas para hablarle así, se había metido en la boca del lobo, pero ya decidió que no lo haría-
-Para enseñarte algo mas, debemos llevarlo a cabo, el BDSM no siempre es sexo, hay muchas cosas mas. Puedo hacerte sentir con solo tocarte con mis dedos o algunas cosas que tengo en mi maleta sin necesidad de penetrarte si es a lo que tienes miedo.
Estas prácticas tienen una variedad que va mucho más allá del dolor, Se busca sensaciones de placer, empoderamiento y a veces control para darle otro matiz a las relaciones. Muchas el dolor infringido junto al placer todo depende de lo consensuado
Recuerda y te lo dije que hay personas que necesitan sentirse humilladas, adoptar una actitud sumisa o recibir dolor para conseguir placer. Hay una línea muy delgada entre la práctica por diversión y la patología. Las personas sanas sólo lo hacen por diversión, sin llegar a obsesionarse. Es importante diferenciarlo, hay personas que no lo convierten en una patología, sólo lo toman como una afición, una cosa es un trastorno y la otra una conducta sexual gratificante.
Añadir esta práctica a las muchas experiencias sexuales que tienes con tu pareja no supone un problema, sino una novedosa forma de disfrutar, te puede ayudar para romper la monotonía con tu pareja mediante un mutuo acuerdo.
Aquí entra el fetichismo también, se usan esposas, fustas, pinzas para los pezones, estimulantes, se puede usar la cera en puntos no muy débiles y hasta donde puedan aguantar. las ataduras, los columpios, arnés, bolas, látigos, entre otras muchas cosas.
Si tu deseas podemos hacer una sesión sin llegar a penetrarte, si es que no lo deseas, te proporcionaré orgasmos y no te arrepentirás.
Ella se quedó pensando sobre ello, recordando como se sintió cuando mordió sus senos y pellizcaba sus pezones. -¿Será que es masoquista?. Apretaba una mano con la otra mientras el Señor X la miraba. Más que una orden sentía que era un reto.
- Acepto el trato, ya estoy aquí y mañana es mi día libre, estoy a su disposición Mi Señor, y espero no haya penetración tal como lo dice.
* esperaba no arrepentirse de ello, ella tenía algo que de seguro le encantaría a el como hombre, pero no llegaría hasta esos términos, era su cuerpo, su vida y deseaba sentir que era un orgasmo sin penetración*
El señor X se puso de pie y acercándose a ella:
-No habrá penetración si no lo deseas sería una violación si lo hago en tu contra, es como si firmáramos un convenio que se llama SSC, somos personas adultas y no necesitamos papeles para ello. Ahora ponte de pie.
Ella así lo hizo, vestía una blusa cerrada y falda corta abierta a un lado, zapatos de tacón.
- la lencería de BDSM es muy erótica, elegante, no común, está pensada para realzar , potenciar atractivos tanto masculinos como femeninos, redondear curvas, te hace sentir arrolladora, segura, rompiendo estereotipos e igual insinúas sin mostrar del todo. Te traje un corset muy elegante y creo es de tu talla, te lo daré para que te lo pongas y vengas a iniciar nuestra sesión.
Fue a su maleta y sacó el regalo, dándoselo. Le pidió fuera al baño y se cambiara para que lo sorprendiera.
Ella fue al baño y abrió el regalo, era un corset muy hermoso hecho de cuero rojo y negro, un panty muy seductor pequeño que no tapaba mucho ya que era como un hilo, unas medias transparentes negras con el borde terminado en encaje suave.
Se dió una ducha y procedió a ponérselo. El corset apenas si tapaba sus senos, los pezones quedaban al descubierto y el panty se metía en su vagina y ano.
Salió tapando con una toalla. El señor X al verla soltó una carcajada.
-Anda niña quita esa toalla, yo se que traes encima, y quiero verte así.
Al ver que ella no lo hacía se acercó arrebatándosela. El se había puesto un pantalón muy ajustado al cuerpo negro, unas botas y un chaleco igualmente negro. Se alejó un poco mirándole:
- Hermosa, lindas tetas tienes y ese coño uff.
Acercándose de nuevo a ella, tomó su mano hacia atrás besando sus labios, luego tomó la otra y cuando se dio cuenta tenía unas esposas puestas. Ella sabía ya que era y no dijo nada. Tomó su rostro con las dos manos mirándola mordió uno de sus labios. ella apenas si hizo ademán de quitarse. La llevó poco a poco hacia atrás y puso otra cosa en medio de las esposas, ella miró al sentir algo y vio que ahora estaba atada de las esposas a una cuerda que colgaba del techo ( el techo del hotel era de vigas, y daba para ello).
Sentía miedo, si miedo y tambien unas ansias locas de probar ese mundillo no sabía si aguantaría el trato o de pronto latigazos, estaba en ascuas, pero también interesada.
El fue a su maleta y sacó una fusta, de la nevera un vaso lleno de hielo.
Con la fusta tocaba su rostro, bajaba por el cuello, sus hombros,suavemente. Paró en sus pezones acariciándolos con ella, uno y otro en medio de ellos, bajo por su vientre, su pelvis, ahora en medio de sus piernas.
-¡MIRAME! le ordenó.
Ella alzó su mirada, desde los pies de el hasta sus ojos. lo cual estaba cerca.
Con su piernas hizo abriera las dos de ella, quedando con los pies en equis, siguió acariciando su vagina con la fusta por encima de sus pequeñas bragas, sin quitarle la mirada. Ella sintió como su cuerpo respondía a esas "caricias" con la fusta.
- ¿Tienes miedo?
- Un poco MI Señor.
- ¿Confías en mi?
- Si Mi Señor, usted sabe lo que hace y confío.
El señor X, metió la fusta entre la diminuta tanga y su pelvis, esta abría los labios vaginales de ella y rozaba una y otra vez, saliendo mojada por la humedad.
Ella mordía los labios, sentía ese aparato tocarla con tacto, su vagina respondía. cerró los ojos para entregarse a ese sentimiento.
¡ZAS! sintió un golpe en su muslo por la parte de afuera, leve pero firme.
-AYYYY, gritó.
- ¡ Te dije que abrieras los ojos! debes hacerme caso.
¡ZAS! de nuevo en su otra pierna.
- Ya Mi Señor, los he abierto.
- No te he hecho daño, puedes mirar, solo que la sorpresa te asustó. Pero no hay daño alguno.
Ella tenia ya miedo, estaba atada y a su merced. No entendía por que aceptó si le dio la opción de irse y decidió quedarse. Ahora debía aguantar. Lo miraba como fue a la cama y se puso guantes en las manos y tomó un cuchillo. NOOO prometió no lastimarla, ojalá no lo haga. Abrió mucho los ojos con mas miedo.
El se acercó a ella, puso el cuchillo entre su piel del costado y el panty cortándolo, luego en el otro lado, lo tiró a un lado. subía las manos por el bustier hasta sus senos, empezó a amasarlos.
-¡MÍRAME!
- Que lindas bubbies, seguía tocándolas, apretándolas, cogió los pezones con cada pulgar e indice iniciando un magreo, luego los apretó suavemente mirando a los ojos de ella. siguió apretando mas y mas. ella solo apretaba los labios. Los metió a su boca mordiendolos suavemente, jalándolo. cada vez cerraba mas sus diente y jalaba fuerte. Ella mordía los labios pues sentía una satisfacción ver como los jalaba y el dolor que le causaba. Se hizo un poco hacia atrás, pegandole en los senos con la palma de las manos.
Quitando los guantes bajo hacia su sexo.
- Pero si estas mojada, vaya putita que te ha gustado.
Metió dos dedos y salieron muy mojados.
- ¡Abre la boca, prueba tus jugos putita!
No quiso abrirla, le daba un poco de asco y volteó la cara.
¡PLAS! ¡PLAS! dos nalgadas le dio.
- ¡ABRE O TE DARÉ MAS!
Abrio la boca y sus ojos estaban llorosos, le habia dolido esas nalgadas. el metio los dos dedos a la boca de ella y le ordenó chuparlos,asi lo hizo. No le pareció nada mal el sabor, pero aun asi le daba asco.
Miró a su Amo y notó lo empalmado que estaba, su pantalón apretaba ese pene y la punta estaba mojada, por lo menos no la había sacado ni se había desnudado. Pero tenía miedo, estaba super excitada, cosa que nunca sabia que era eso.
Se hizo atrás de ella jaló su cabello hacia el y quedó con la cabeza echada hacia atrás, le besó el cuello pasando la lengua, luego la mordió. Ella pegó un pequeño grito. bajaba por su espalda la lengua recorriéndola, llegando a la altura de sus nalgas, no soltaba su cabello, mordió una y luego la otra. poniéndose de pie y pegando su cuerpo al de ella para que notara su dureza, jalo mas el cabello lamiendo el lóbulo de su oreja susurró: "¿Tienes miedo putita?" quiero sentir que tienes miedo, aunque tu coño demuestra que lo pasas bien.
-Si mi Señor, tengo un poco de miedo, pero sigo confiando en usted y su palabra.
El empujo su cadera hacia las nalgas de ella, fuerte y estuvo allí haciendo sintiera cuanto deseaba poseerla, pero estaba su palabra y el acuerdo.
-No sabes las ganas que te tengo. -Tiró un poco más de tu cabello echando su cabeza un poco hacia atrás mordiendo su cuello, sintió como ella daba un gemido ronco pero profundo.
- Que caliente estás, le dijo tocando su coñito, deslizando sus dedos en medio de los labios vaginales.
Ella cerraba los ojos pues sentía que su humedad era demasiado latente, sentía vergüenza, deseo, lujuria.
El bajaba retiró la mano y le dio un azote en su culo, luego otro. Lo acarició y de nuevo dos azotes.
Ella se mordía los labios para no gritar, pero deseando mas y mas.
Apretó sus glúteos y puso en medio de ellos su erección que ya era mas evidente aun estando vestido, ese pantalón era como si no tuviera nada. Volvió a morder su cuello.
Sintió como le quitaba lo que sostenía las esposas.
¡ARRODILLATE!
Se arrodilló, seguía con las manos esposadas a su espalda, se acercó a ella...
-Abre la boca.
Metió en ella el dedo indice, y le ordenó lo chupara, lo metía y sacaba como si la follara. se lo sacó.
Poniéndolo frente a ella hizo que lo lamiera y saboreara, luego era el indice y medio. Ella lo hacía mirándolo a los ojos. Cogió su cabeza e hizo que así arrodillada quedara mas arrodillada con la cabeza bien agachada, le magreaba sus glúteos y pasaba de nuevo su dedo entre los labios vaginales.
Ella suspiraba.
La ayudó a pararse, llevándola hasta la cama y la acostó boca abajo con las piernas por fuera de la cama, miraba como su humedad ya se notaba mucho y caía un poco por sus piernas, fue a su maleta y sacó una paleta-ella no veía-. se acercó a ella y acariciaba sus nalgas, paró y le dio un golpe con la paleta.
Ella hizo su cabeza hacia arriba del dolor, quejándose no se lo esperaba- ¡zas! de nuevo. y asi sucesivamente, ella ya no se quejaba cuando paró la sobaba.
- ¿Te duele?
-Si Señor.
Tomó hielo del vaso e inició a frotarle. apretaba del dolor.
Le soltó una esposa, volteándola de frente volvió a ponérsela con los brazos hacia arriba.
-Ten lo brazos así, no me vayas a tocar, no te lo permito y solo lo harás si yo deseo, ¿Entendido?
- Si Señor.
Cuando la hizo arrodillar y chupar su dedo, sentía como su vagina se movía mas intensamente, luego al lamer sus dos dedos supo que se había corrido, metió sus dedos, como se deslizaban provocó de nuevo su deseo, mas sintiendo antes su pene entre sus nalgas. Y al estar en la cama, sus caricias, sus manos. ¡AYYY!, eso ha dolido mucho , no sabe con que le pegaba pero al 3 ya no sentía tanto dolor, solo placer.
No sabía por que se sentía asi, nunca nadie le había pegado ni sus padres y ahora se sentía teniendo placer con el dolor.
Ahora la ha puesto de frente, y sus manos ya mas visibles, lo miró sobretodo a su paquete que cada vez lo veía mas mojado, mas grande, mas hinchado. ¡Deseaba ser penetrada!
El se acostó encima de ella, y tomando su cabello la besó fuertemente, muy fuerte, no sin dejar de poner su miembro sobre la vagina de ella y sobandola, tiraba de su cabello. Cogió un cubo de hielo y empezó a deslizarlo por su pecho, luego los pezones y chupaba fuerte de ellos, siguió por el vientre, su pelvis, ella suspiraba. Le abrió sus piernas y metió su lengua, moviendola, la bajaba hasta su ano y volvia a su entrada. Ella bajó las manos para tocar su cabeza y que lo hiciera mas fuerte, cuando lo tocó el se puso de pie.
- ¡TE DIJE QUE NO ME TOCARAS!
Tomó el látigo anterior y le dio dos veces en sus piernas. Debes obedecer, he respetado tu deseo y tu debes respetar los míos.
Este hombre la tenía al borde del precipicio orgásmico, cuando la besaba con esa furia como queriendo arrancar sus labios, ese hielo por su cuerpo, como chupaba sus pezones a punto de arrancarlos y luego esa lengua, que lengua mas deliciosa, sabia como moverla, quería tocarlo, no resistió y bajó sus manos. Vio como se puso de pie como un resorte y la gritó, se asustó ahora si no lo quiso hacer, pero era irresistible. Sintió dos latigazos en sus piernas, esta vez le dolieron mas, unas lágrimas salieron por sus ojos deslizándose hasta la cama. La jaló de un brazo y la hizo arrodillar de nuevo, puso sus manos esposadas a la espalda de ella, se bajó el pantalón, no llevaba nada debajo, su pene saltó a su vista.
- No te voy a penetrar por que yo si respeto acuerdos, pero no dije nada de tu boca y ahora la follaré para mi gusto. ¡ ABRELA! y harás lo que hiciste con mis dedos, no me vayas a morder.
Ella abrió su boca y el metió su pene en ella, casi no le cabía y tuvo que abrir mas, la tomó del cabello por la parte trasera y empezó con su mete-saca sin llegar a meterlo todo.
-¡MÍRAME!
lo miraba mientras el le follaba su boca, sabía que el estaba a punto pues ningún hombre hubiera aguantado tanto como lo ha hecho el. Siguió con su ritmo follador.
- Te daré mi leche, y así sabrás que deliciosa es, la tomarás toda y no riegues nada.
Cogió su cabeza fuerte y metió toda su polla dentro de ella, la tenía sin respiración y soltó su corrida. Ella sentía como llegaba a su estómago, se estaba ahogando. Hizo ademán de quitarse y el seguía apretándola, cedió un poco pudiendo ella respirar. Todo había ido a parar en su estómago, caliente, su boca no estaba untada de su corrida.
El se sentó en la cama mirándola y ella quedo sentada allí en el suelo.
Fue a su lado y le quitó las esposas. La llevó a la cama de nuevo y acostó como antes. Su pene habia adquirido flacidez pero no del todo. Abrió las piernas e inicio a tocarla con sus dedos, se dedicó a el clítoris que lo tenia hinchado y grande. abrió sus labios vaginales para mirarlo. Era como un pene, erecto, ancho. Puso su lengua en el e inicio a chupar, a sobarlo a morderlo.
- Ahhhh Mi Señor, siii, que rico.
- ¿Aun no deseas ser penetrada?
Ella respingó.
- Si Mi Señor, deseo me penetre.
El sonrió con malicia, su pene respondió a esa respuesta, como lo deseaba también. Tomó su pene e inició un juego con el clítoris, como si estuvieran peleando y lo hundía, luego lo hacía deslizar hasta llegar a la entrada de su vagina, seguía una y otra vez.
- Mi Señor no me torture mas, penétreme, lo deseo como nunca lo había hecho.
El seguía jugando con su vagina tan solo por ver como se convulsionaba de placer, le encantaba lo mojada que estaba y como se deslizaba de suave su polla. Se puso de pie y fue por un condón el cual protegió su miembro y volvió donde ella. Le quitó las esposas hizo se subiera mas en la cama y le amarró de nuevo las manos en cada lado de ella. La besó levemente en los labios bajó por su cuello, cogió cada pezón a chuparlo y morderlo - como le gustaban esas tetas- siguió haciéndolo mientras le hacia abrir las piernas, colocó su pene en la entrada, penetraba lentamente para hacerla sufrir. De repente paró extrañado y la miró.
- ¿Estás segura? luego no hay marcha atrás.
- Eso lo se Mi Señor, estoy mas que segura.
- Te dolerá.
Le levantó las piernas que quedaran dobladas, la besó y entró. Sintió el grito ahogado de ella en su boca sin embargo no paró, hacía mucho no tenía ese privilegio y sentir como se abría en cada estocada era impresionante.
Nunca había probado el semen de un hombre, pero este le había hecho tragar todo sin que cayera una gota fuera, sentía ahogarse. En el momento que la tiro de nuevo a la cama y amarró sus manos se sintió impotente, deseaba tocarlo mas no se lo permitía. Ahhh como movía esa lengua, se sentía en otro mundo, algo que nunca había vivido su cuerpo pedía mas y mas deseaba ser penetrada, que la tomara para si. Hoy sería su noche y de seguro para el también a los hombres les gusta esa clase de sorpresas, bueno eso creía.
Le preguntó si quería ser penetrada y era su deseo en este momento, su mas grande deseo. no le importaba nada ya. ¡Fuera tabúes!
Diosss que bruto, sentía partirse en dos fue un dolor muy fuerte, quiso gritar y él lo ahogo en sus besos, cada vez que la penetraba dolía mas, sintió ya luego que el dolor pasaba y su cachondez crecía.
-Se que te duele, pero no puedo parar. Toma que toda mi polla es para ti hoy. ¡Mueve la cadera!
MUEVELA. le dijo pegandole en su parte interna.
Ella movío un poco, le dolía aun. Pero ya luego que paso el dolor un poco sintió placer al hacerlo, movía de lado a lado y de arriba a abajo. AUCHH la había mordido.
- Muevete puta, muevete asi, ahora ya no tendrás que cohibirte tu virginidad te la quité y podrás follar sin miramientos, solo me falta una sola parte, de allí no tendrás motivos para negarte a que te la metan.
La penetraba mas fuerte y rápido, sintió llegar su orgasmo, pero quería que ella también lo hiciera.
-Córrete conmigo, te lo ordeno, estás muy mojada y se lo deseas. ¡córrete!
Ella inició a moverse mas, sentía que le tocaba las paredes de su vagina.
ME CORROOOOOOOOOO.... ah, ah, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh si mueveete mas cabrón, massssssssss
el la penetraba mas fuerte cogiendo sus caderas.
SIIII puta me corrrooooooooooo tambien, MUEVETEEEE AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHGGGGG. MMMMMMMMM, AHGGGGGG
A pesar de tener condón puesto, sintió como se corría y lo caliente que estaba esa leche. El se hizo a un lado cogiendo el condón para que no se derramara, le hizo un nudo y lo puso en el suelo.
Le soltó las manos, ella se sobaba pues al correrse hizo demasiada fuerza y se lastimó un poco. Se puso de pie para ir al baño, sus fluidos y sangre se deslizaban por sus piernas. Se quitó el bustier, le apretaba un poco aunque era delgada, dejo desacalorarse un poco y se metió a la ducha. Sentada en el suelo del baño pensaba en que se había guardado para cuando se casara y en un momento de calentura la perdió. ¿Ahora que seguiría? no quería pensarlo, por lo menos no tenia novio ni nada parecido y a nadie tenia que rendirle cuentas, estuvo largo rato así, se duchó y volvió a la cama. El señor X estaba dormido, desnudo. Miró la hora y eran casi las 7 de la mañana, descansaría un poco y se iba a casa. Se acostó al lado de el sin tocarlo dando la espalda y se durmió, estaba cansada.
Sonicha (d.r.a.)
Ohhh!!! Increible... es como si fuera real!!!
ResponderEliminarEstoy impresionado por tu capacidad creativa
POLO
Muchas gracias, un comentario de tu parte de ese modo es un honor
Eliminar